GIBBON
0 ArtículoGibbon slackline la marca para los amantes del Slackline
El slackline es una disciplina deportiva todavía muy reciente pero que anima a muchas personas cada vez más a practicarla, dado que remite directamente a los juegos de infancia cuando se intentaba mantener el equilibrio sobre una imaginaria raya. Ahora resulta un ejercicio ideal para realizarlo al aire libre. Tan solo se necesita una cuerda cien por cien segura, cuyo agarre y resistencia refrenden la máxima seguridad. Para ello nada mejor entonces que la marca Gibbon, una empresa especializada en accesorios para slackline y todas las herramientas necesarias para ejercitar esta saludable y divertida disciplina. Como siempre, para adquirir estos productos, la tienda virtual Campz le ofrece los mejores precios del mercado y las más cómodas facilidades de pago. Campz está especializada en todos aquellos productos pertenecientes a deportes que se realizan al aire libre en un ambiente natural.
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En campz.es contamos con las siguientes líneas de productos
- Accesorios para Slackline
- kit de slackline
¿Qué son las cintas slackline?
A diferencia del funambulismo o la cuerda floja, las cintas del slackline se componen de nailon o poliéster. Sus principales características son su superficie plana y su elasticidad. Este último rasgo permite que los más flexibles hagan cuantas acrobacias sean capaces, los famosos saltos también llamados flips o incluso posiciones de yoga. Dependiendo de la experiencia del usuario, la cinta puede tensarse más o menos. A la hora de adquirir una, resulta muy importante tener claro qué especialidad se va a practicar, dado que existen tres: la trickline, la longline y la highline. La primera se utiliza a una escasa altura con respecto al suelo; se ha de tensar bastante y sobre ella se practican numerosas pruebas de destreza. La segunda es más larga; alcanza hasta los 30 metros y sirve principalmente para caminar sobre ella en plena concentración. Por último, la tercera requiere una gran experiencia dado que se suele situar por encima de los 20 metros de altura.
Líneas Classic, Fun y Surfer
Gibbon ofrece una amplia gama de cintas slackline. La más clásica la compone la Classic Line en color amarillo. Con importantes punto de agarre y sujeción, su anchura es de 50 milímetros y su longitud de 15 metros. Soporta un peso de hasta 4.000 kilogramos. La Classic Line 25, aunque de la misma anchura, llega hasta los 25 metros. Para ambos casos, los árboles son los mejores lugares en los cuales atar la cinta, pues poseen una base firme no cedible. Para los más principiantes, la solución ideal es la gama Fun Line de color azul. Su longitud es de 15 metros y, al igual que las Classic Line, soporta hasta 4.000 kilogramos y su anchura estándar es de 50 milímetros. Para los más avezados, se encuentra la Surfer Line, también de color azul. Sus cintas alcanzan hasta los 30 metros de longitud, aunque la carga de rotura (también por razones de seguridad) se rebaja 1.000 kilogramos. Dispone además de un tensor largo para dotar de mayor fuerza al conjunto.
Slackracks
Otro imprescindible elemento para practicar el trackline son los postes. En caso de que no existan asideros naturales para colocar las cintas, Gibbon también ofrece variados slacktracks de máxima seguridad para practicar este deporte con las máximas garantías. Se pueden adquirir con independencia de la cuerda o con los dos productos en una misma compra. Se utilizan sobre todo para espacios cubiertos y recintos deportivos. Se componen de acero y poseen sólidos soportes. Además, una barra metálica une a ambos extremos para mantener el equilibrio y la fijación. Su portabilidad propicia que pueda hasta practicarse en casa si se posee del espacio suficiente. También se utiliza en casos de terapias a causa de lesiones o discapacidades. Uno de las más populares es el Freestanding, que incluye ya la slackline para ponerse a practicar enseguida.